jueves, 17 de marzo de 2016

¿COMO SER MEDIADOR Y NO MORIR EN EL INTENTO?

“Cómo ser mediador y no morir en el intento” (por Margot Villellas)

 Es la pregunta que la organización lanzó para la Liga de Debate del Primer Foro Internacional de Mediadores Profesionales organizado por la Universidad Loyola de Andalucía , apadrinado por el Decano del Iltre. Colegio de Abogados de Sevilla . 

Mediadores profesionales de 32 países conviviendo y compartiendo conocimientos , estilos y experiencias ¿Cómo dejar pasar la oportunidad para poner encima de la mesa, en un foro tan especial, todo aquello que nos ocupa y preocupa? ¿Cómo no hablar abiertamente sobre nuestras inquietudes, miedos, ansiedades; sobre los pequeños o grandes obstáculos a los que, en definitiva, nos enfrentamos en nuestro día a día? 

Es así , a través de esa pregunta lanzada al aire cómo el Foro nos brindó una ocasión única ,un escenario inigualable donde debatir este tema , entre colegas, de diferentes procedencias y con ámbitos de desarrollo profesional distintos, pero unidos por unos valores, misión y visón común :la puesta por el Entendimiento como mejor fórmula para prevenir, resolver y materializar la convivencia armónica. La Justicia. La Paz. Un espacio de diálogo para mediadores entre mediadores y para mediadores.. Voluntario, confidencial, flexible, neutral e imparcial. 

Cómo ser mediador y no morir en el intento nos lleva a reflexionar sobre las resistencias a las que nos enfrentamos cada día en el desarrollo de nuestra profesión, una profesión distinta que estamos desarrollando con la suma de todos, una profesión que no termina en la puerta de un aula, ni en la de nuestro despacho, ni en la de nuestra sala de reuniones, ni en la del Juzgado, ni en un espacio habilitado en una Institución de Mediación, sino que cala nuestra vida ,en todos sus ámbitos. Una profesión multidisciplinar, transversal, que surge de dentro. 

Del interior de cada una de nosotros, y que se expande hacia el interior de todos y todo con lo que nos relacionamos. Necesitábamos un grupo. Y también un nombre.: Uno, más otro uno , más otro uno, hacen un grupo. Tres profesionales independientes pero conectados hacen un grupo. Tres orígenes diferentes ( Policia, Abogacía y Gestión de Conflictos) y tres desarrollos distintos ( Mediación Policial, Medicación Judicial y Mediación Extrajudicial o Privada) hacen un grupo diverso. Tres puntos de vista dentro de esa infinita visión poliédrica que caracteriza a la Mediación. La suma de las voces de nuestras experiencias sumadas a la suma de las voces de la experiencia de la Sala hace un grupo multidisciplinar, diverso y enriquecedor. 

Esa fue nuestra propuesta: el atrevernos a hacer un viaje a nuestro interior, a adentrarnos en nuestro más profundo interior y compartirlo entre colegas y amigos y de paso generar una especie de “innergroupthink” con la ayuda de la sala. Una especie de reflexión individual, desde el interior de cada cual, puesta en conjunto. Un poco de eso se trataba. De poner encima de la Mesa, sin más pretensión que esa y desde el respeto, lenguaje no violento y de manera asertiva, nuestra experiencia: qué sentimos, cómo lo afrontamos, qué nos sentimos o creemos ser y sobre todo qué vamos descubriendo qué somos.

 “Contra viento y marea”, así decidimos llamarnos porque a lo largo de nuestro particular proceso algo parecido sentíamos cuando nos enfrentábamos a nuestras particulares adversidades. (Cada cual la suya. ¡Pero que parecidas!) . No morir en el intento es una metáfora que nos habla de contratiempos, de resistencias y de resiliencia. Por seguir con la metáfora podríamos fácilmente visualizar cómo el viento en proa dificulta el avance y cómo la marea alta provoca un fuerte oleaje .Caminar contra el viento, sobrevivir al torbellino de lo negado, de lo incontrolado. Mareas de Sol y de luna, internas y externas. Emociones, pensamientos y sentimientos. Toda persona que afronta su propia vida pasa un proceso que la hace ser de una determinada manera. Toda persona que pasa por un proceso de aprendizaje aprehende que si quiere conseguir algo se tiene que “enfrentar” a algo, ya sea ese algo uno mismo u otras personas o circunstancias. Unas veces son Leyes o normas, otras son peculiaridades culturales, otras familiares, compañeros etc,

 De esas resistencias unas nos pertenecen otra no . conforme vamos avanzando en nuestro propio camino interior descubrimos que el cómo afrontarlo siempre marca la diferencia. Ríos de tinta se han vertido sobre la apuesta y la oportunidad de las Leyes que nos afectan en nuestra profesión, sobre definiciones conceptuales, sobre distorsiones perceptivas y atributivas ;sobre incompatibilidad de intereses entre Organizaciones, Lobbies, Colegios Profesionales, Asociaciones e Institutos, compañeros… muchas veces todas ellas luchas de soberanía ,fruto de una visión miope y reducida del concepto de abundancia. ¿ Y frente a todo eso que podemos hacer? Algunas acciones pertenecerán al grupo que seamos capaces de crear entre todos. Pero otras acciones nos corresponden a todos y cada uno de nosotros de manera individual. Somos nosotros quienes debemos caminar nuestro camino interno. Nadie ajeno puede hacerlo. 

Este Camino no se aprende en los manuales. Y no hay un único camino. En un foro como este queríamos hablaros de algo que entendemos no nos llega hasta que adquirimos cierta madurez en nuestro proceso interior y este es el concepto que queríamos destacar: independientemente de todas estas resistencias externas hay una , probablemente la que marca la diferencia entre esa “supervivencia” y es la consciencia de que ,de haberlo, el mayor obstáculo para el Mediador es el propio Mediador. A diario demandamos a la sociedad, a nuestros mediados, madurez para afrontar sus conflictos de una manera distinta a la que están acostumbrados: valorando objetivamente la situación, mirando con nuevos ojos,dialogando efectivamente. 

Como Mediadores aprendemos desde nuestras primeras clases los principios que regirán nuestro Proceso. Terminamos nuestra formación manejando una lista de palabras que aprendemos a recitar, con mayor o menor soltura, en nuestras intervenciones. El título que nos habilita nos declara Terceros imparciales, Neutrales. Trabajamos bajo la bandera de la voluntariedad, el respeto , la equidad y la privacidad. Estudiamos técnicas y habilidades sociales.Somos Conocedores de la importancia de la escucha activa y efectiva, del poder de la palabra, del contexto, del lenguaje no verbal y de su impacto tanto en el emisor como en el receptor. Apostamos por la flexibilidad. Conocemos el infinito Mundo de la Oportunidad. Sabemos que es la percepción y que toda realidad en la que intervienen dos sujetos tiene al menos tres interpretaciones .

 Aconsejamos pensar fuera de la caja. Parafrasear. Construir. Reconocer las emociones. Fomentamos y destacamos la resiliencia. Somos expertos comunicadores , exploradores del conflicto y los facilitadores de espacios donde construir entendimiento y consenso …Todos y cada uno de nosotros velamos escrupulosamente por todo esto en cada uno de los procesos en los que participamos, pero … ¿Es realmente así? ¿Siempre? ¿Cómo compatibilizamos hacer un diagnóstico o radiografía previa del conflicto con el uso de una serie de “patrones”conductuales ? ¿ Es eso etiquetar? ¿Alguien ha sentido rechazo ante algún mediado?¿Y fuera del proceso? ¿Cómo lo ha gestionado? ¿Afecta a la neutralidad? ¿Es compatible la equidad y la neutralidad?¿ debemos ser una cosa dentro del proceso y fuera otra? No serlo significa ser mal mediador? ¿ Qué pasa “con” y “en” nuestro interior durante el proceso? ¿Personalmente somos capaces de velar tan escrupulosamente sobre nuestras propias acciones, emociones, pensamientos o sentimientos? .¿Internamente juzgamos, escuchamos, entendemos?¿Somos cotillas? Utilizamos nuestro conocimientos para manipular? ¿ Evaluamos nuestras propias dificultades, nuestros problemas nuestro conflictos internos o externos desde el mismo prisma?¿ Qué grado de compromiso tenemos con nosotros mismos?¿ Cuándo termina de formarse un mediador?¿Termina?¿ Qué hacemos con el resultado de esa auto-reflexión y/o retroalimentación? 

Estas fueron y son algunas de las que lanzamos al foro, cuestiones disfrazadas de preguntas retóricas, abiertas y cerradas y parafraseos ,de efecto más o menos retardado, que esperamos vayan germinando en nuestros interiores y cuyas respuestas estamos seguros que de una u otra manera nos llegaran, renovadas, enriquecidas o replanteadas a través de la red que entre todos tejemos. Probablemente muchos coincidamos en pensar que hay un momento en cada uno de nosotros en que algo cambia, realmente es cuando nos damos cuenta de que algo ha cambiado en nosotros, porque nuestro inconsciente suele llegar antes .

 Al auto-plantearnos ese cómo, cuándo o porqué, al mirar hacia atrás descubrimos que en ello está todo lo que nos ha pasado, todo en lo que hemos participado, interactuado, construido o destruido, todo lo bueno y lo malo que de alguna manera nos afectó y el que a dónde llegamos a encontrarnos hoy depende del que hemos hecho con lo que nos ha pasado. En ese momento comenzamos a aprehender a autoevaluarnos con la excusa del proceso y los mediados se convierten en nuestros espejos maestros. Nos auto-evaluamos sin más pretensión que alcanzar la excelencia que nace del compromiso íntimo, del que nace de adentro. Un compromiso que no trasciende en forma de título o condecoración, sino un compromiso vital que volcaremos en adelante sobre todo lo que hagamos. ¿Nos convertimos en superhéroes o seres celestiales? No. Somos personas normales. Seres Humanos. Un ser humano con unas determinadas habilidades. En continua aprendizaje. Ese es nuestro denominador común. Y como humanos somos perdonas con los mismos conflictos, problemas e inquietudes que las personas a las que atendemos y para las que trabajamos. 

Y esa es la grandeza del buen mediador. Porque un mediador es eso: un ser Humano más, diversamente idéntico a los seres humanos que les rodean. Unas personas más transitando un camino personal y más común de lo que algunos quisieran creer. Unas personas que disfrutan en volcar su experiencia, su conocimiento, sus habilidades, su bagaje y todo su ser en facilitar el entendimiento, la armonía y la paz.

 Esa es la grandeza del buen mediador. Uno, más otro uno, más otro uno, hacen un grupo, más un Foro Internacional, hacemos una red… a trabajar! 

Margot Villellas

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